And I...I just wanna see the light

Siempre me ha parecido curioso el primer día de instituto. El del nuevo curso, ése día que año tras año hacemos.
Yo no sé vosotros, pero a mí me encanta volver al instituto ése 15 de Septiembre, o tal vez 16, o a lo mejor es el 14. Más o menos viene a ser lo mismo.
Se me llena la cara de felicidad al ver de nuevo la monotonía del instituto. Por extraño que os parezca, a mí me encanta, principalmente porque por dentro soy tan…extraña, loca, por llamarlo de alguna manera, que me gusta ver las cosas a mi alrededor normales para que no se me vaya la olla del todo.
Ésta mañana me he pasado a ver la lista de clase, somos una veintena y conozco a la gran mayoría, de vista, de hablar con ellos en algún recreo, de que alguna vez hemos estado en la misma clase antes o que son amigos íntimos desde siempre.
Lo que no sé es si los profesores me van a gustar o no…Si me va a tocar tutor o tutora…Supongo que eso es secundario. Pero si hay que escoger, me gustaría que me tocara de tutora la profesora nueva que me dio clase de Expresión Oral el año pasado. Le cogí mucho cariño, se portaba bien conmigo, y enseñando era durísima. Y me encanta que me pongan difíciles las cosas que normalmente se me dan bien…
Eso sí, éste año hay una cosa que no soporto, y que de recordarla me entran ganas de darme cabezazos fuertes contra la pared… Pero eso ya no tiene arreglo…Me da mucha lástima saber que nunca más nos cruzaremos la mirada entre clase y clase.